sábado, 21 de agosto de 2010

Extrañando mi Play I (1era parte)

Mi leal compañero, mejor amigo de la adolescencia, fue un PS1, sin desmerecer ni olvidar al Nintendo ni al SNES. Como olvidar a un Mario Bros volando con su capa amarilla o saltando con su inseparable Yoshi, pasando por castillos fantasmas y buscando estrellas. Pero esta historia es la de mi PS1, así que empezemos.

Luego de cansarme de los monótonos juegos de N64, osea todos los pokemones (con brillantes excepciones como Star Fox, quizás el mejor juego del inicio de esa generación y también MarioKart) decidí por cambiar a la competencia, osea Sony. Esta verdadera estación de juegos, no muy estética, nos permitió piratear los juegos y sacarle la mugre de paso a Nintendo; recuerdo que al principio los juegos costaban 20 soles y terminaron en 2 lucas. De esa manera podías tener mayor variedad de juegos, con un sencillo. Además de tener un catálogo más extenso, era más variado y adulto que el de Nintendo; pues uno crece y busca otro tipo de juegos. Les contaré que juegos me marcaron de por vida.

Uno de los pocos juegos que realmente es una pesadilla, tanto por el horror que te provoca y el nivel de complejidad y dificultad al que te somete es Alone in the Dark: The New Nightmare. Podrás escoger entre dos personajes, algo que también es muy bueno, ya que cada uno juega la historia por su lado de manera distinta. Los personajes son Edward Carnby y Aline Cedrac, quienes caen de un helicóptero a una isla desierta (al parecer) con una mansión terrorífica llena de misterios e intrigas que te volverán loco.

No se parece en nada a las últimas versiones del juego para PS3, Xbox 360 y Wii, en las que solo tienes que correr y huir de la oscuridad sin tener que investigar en lo más mínimo (hasta un niño de 6 años podría pasarlo). En esta clásica versión de PS1, deberás recoger objetos misteriosos a tu encuentro, así como libros con fechas que deberás recordar, incluso manuales para armar máquinas que te ayudarán a ir avanzando en el juego. En algún momento te das cuenta de que te falta una pieza o alguna clave para abrir algo y te desquiciarás, eso es lo que hace tan atractivo al juego, debes pensar si quieres avanzar, un verdadero reto.

Lo que más se extraña de las antiguas consolas, como la Play I, no son sus pixelados gráficos ahora obsoletos, sino las excelentes tramas de sus juegos, lo que ahora se ha cambiado por gráficas espectaculares para juegos muy tontos. Sé que hay excepciones y espero encontrarlas pronto. Pero puedo afirmar que los gamers de última generación ya no son retados como antes por un videojuego.

Continuará ...



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